Con una masiva movilización, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) acompañó a los delegados y representantes sindicales que fueron denunciados por el Grupo Mirgor y que debieron comparecer ante la Justicia.

El grupo llegó movilizado desde Chacra II con más de 100 vehículos. En la zona se sumaron representantes sindicales de otras fuerzas, entre ellos el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación Fueguina (SUTEF) y la concejal de Río Grande, Miriam 'Lali' Mora.

Con los delegados fabriles llegó el secretario general de la UOM, Oscar Martínez, quien acompañó al grupo junto a Miguel Ayunes, abogado del gremio. Cerca del mediodía ingresaron al edificio de Tribunales del barrio YPF para dar inicio al proceso que se complementa con el pedido de desafuero sindical para el secretario de organización, Ángel Gordillo.

Antes de ingresar, Martínez aseguró que 'asumimos la responsabilidad de defender a los compañeros, tal como ya lo hemos hecho en muchas oportunidades'.

'Estamos acá para acompañar a Ángel Gordillo y a siete compañeros delegados de la empresa a quienes se les quiere aplicar medidas drásticas para proceder luego a suspensiones o despidos', aclaró.

A su turno, Ayunes dijo que 'este proceso tiende a ser rápido, tenemos confianza en la Justicia, que esto va a salir bien y se va a demostrar que no es una situación que tenga que ver con un delegado sino más bien represalias después de un reclamo justo'.

'Se hicieron reclamos en la planta, pidiendo continuidad laboral de los trabajadores e incluso hubo continuidad laboral aceptada por parte de la empresa, que hoy pretende desaforar a los delegados para poder despedirlo después', advirtió.

A su turno, Gordillo aseveró que 'estamos tranquilos, nos están acompañando los trabajadores. Nosotros no hicimos nada malo, simplemente reclamamos por los derechos de nuestros compañeros trabajadores'.

'En lo personal, estoy preocupado, no es fácil esto, pero estoy firme porque todos los reclamos se hicieron en conjunto, con todos los compañeros', aseguró y cerró manifestando que 'no hicimos nada ilegal, pero el Grupo Mirgor ya nos tiene acostumbrados a estos métodos, presionando siempre a los trabajadores y amenazando con despidos y suspensiones'.