Tras la histórica sesión del Concejo Deliberante de Río Grande, donde los ediles decidieron por mayoría unificar aspectos salientes del servicio de taxis y remises a partir del entendimiento de las partes, sectores disidentes -sobre todo remiseros- ya plantearon sus desavenencias.
La decisión, consensuada entre prestadores, concejales y funcionarios municipales, contempla la unificación de la tarifa, un aumento del 9,5 % y la automatización de los incrementos futuros que se aplicarán dos veces al año.
Sin embargo, algunas paradas de remises de la ciudad ya anunciaron que no acataran la medida puesto que lo consideran una desventaja dado que históricamente, los remiseros trabajaron con una tarifa sensiblemente inferior a la de los taxistas.
Desde Remis Malvinas, una de las prestadoras locales emplazada en Albert Schweitzer 1440, Héctor Copa dejó en claro que la unificación no es posible: “No está para aumentar la tarifa, si aumentamos la gente no va a tomar el remis. Esto es perjudicial”.
“Quieren igualdad, pero el concepto de igualdad lo tienen atrofiado porque lo que se decidió solo los beneficia a ellos (por los taxistas). Un incremento de tarifa y la unificación no nos convence”, remarcó el remisero, que participó en varias de las reuniones desarrolladas en el Parlamento local.
Además, dijo que “no nos pueden decir que a partir de mañana tenemos que cobrar más caro. No queremos. Vamos a tratar de juntarnos, ver qué pasó porque nosotros no estábamos de acuerdo con esto que se decidió”.
Por último, Héctor Copa precisó que “los taxistas perdieron la calle por irse a trabajar a las fábricas. Ahora que no hay trabajo en las fábricas quieren recuperar el espacio que ellos mismo perdieron. Para ellos, el taxi es como un kiosquito”.